lunes, 31 de octubre de 2011

El Payaso de FIME

Todo inició con los primeros alumnos de FIME, si, “los 7 sabios”, los alumnos más nerdos de la Álvaro Obregón, al graduarse, tuvieron la genial idea de seguir estudiando, pues era lo que más les gustaba hacer, estudiar y estudiar sin descanso. Fue en el año 1947 cuando comenzaron sus nuevos estudios, muy emocionados y contentos por ello, tomaron sus materias y las pasaron fácilmente, pues además de ser los más inteligentes de la Álvaro Obregón, también eran muy unidos, si uno tenía problemas con una materia o no le entendía a algo, los demás le ayudaban sin importar que tan divertido fuera lo que estuvieran haciendo, incluso uno podía dejar de leer su libro de cálculo integral mega avanzado para ayudarle a otro a resolver problemas de mecánica rotacional, traslacional, longitudinal y transversal. Con el paso del tiempo se graduaron como los primeros ingenieros mecánicos de la UANL y hoy en día son recordados con orgullo por todo FIME y hasta tienen un edifico en honor a “los 7 sabios”.

Pero lo que nadie sabe y nadie cuenta e incluso no hay registros oficiales de esto, solo los relatos y anécdotas que dejaron “los 7 sabios” a sus descendientes, es que en realidad eran 8 los primeros alumnos de FIME. El octavo, el que nadie menciona, era un joven con un aspecto peculiar, pues a su corta edad ya se estaba quedando calvo de la parte posterior de su cabeza y era muy delgado, tanto que no había ropa de su talla, toda la quedaba grande, sus pies eran muy pequeños y sus zapatos también le quedaban bastante grandes por lo que caminaba de una manera muy chistosa, tenía la piel demasiado pálida, si duraba mucho tiempo expuesto al sol, la nariz se le ponía roja, era muy callado, no reía, si se asustaba no gritaba, si se ponía triste no lloraba, pero eso sí, era extremadamente inteligente, más que cualquier alumno que haya cursado FIME en toda su historia. Era el único de los 8 que no ocupaba ayuda con las materias, pues todo entendía y todo lo sabía, pero el tampoco ayudaba a nadie, todo su conocimiento se lo guardaba para él solo y eso provocó que sus 7 compañeros le tuvieran cierta envidia y poco a poco lo fueron excluyendo de su grupo.

Pero no lo excluyeron del todo, como buenos fimeños, no podían dejar pasar la oportunidad de burlarse de él y por su aspecto y por como vestía no tardaron en ponerle el apodo de “payasito”, además su complexión lo hacía muy ligero y podían cargarlo fácilmente, sin esfuerzo. Les gustaba agarrarlo de los brazos y darle vueltas hasta que se mareara y vomitara sobre sí mismo, pero a veces se aburrían y mejor lo agarraban de los pies, además así evitaban que por accidente fuera a caer vomito sobre el que le daba vueltas, otra forma de cargarlo era levantarlo sobre sus hombros y correr por todo FIME, de aquel entonces, para que con su cabeza fuera topando con el techo de los salones. Estos actos se hicieron tan comunes que cada vez que llegaban a FIME se dirigían a él y le decían “¿Qué onda payasito? ¿Qué vas a querer hoy? ¿Camachito o helicóptero?” pero sin importar la cara que pusiera él, siempre le hacían camachito hasta cansarse y después helicóptero por el resto del día. Pero eso no paró ahí, como buenos ingenieros, “los 7 sabios”, fueron ideando nuevas formas y estilos de cargarlo, incluso era útil para las materias de física porque podían practicar el tiro parabólico con él, se ponían dos sabios en extremos opuestos, separados a no más de 10 metros, uno lo lanzaba y el otro lo atrapaba, pues la seguridad es primero, mientras que los demás hacían los respectivos cálculos del tiro, aunque en los primeros intentos no todo salió como se esperaba y a veces no lo atrapaban, pero no fue estudio perdido, pues en esas ocasiones calculaban la fuerza de impacto y la dureza del piso.

Así pasaron las semanas, los semestres y los años, hasta que llegó el día de la graduación y como es costumbre en FIME, el alumno con mayor calificación obtenida a lo largo de la carrera da un discurso motivacional a sus compañeros, ese día se daría el primer discurso de graduación por el mejor alumno de FIME y ese era nada más y nada menos que el “payasito”. Los maestros, “los 7 sabios”, los conserjes y hasta la bisabuela de doña burros estaban a la expectativa, pues el “payasito” nunca había hablado antes con tanto público y esa sería la primera vez que lo haría y ante todo FIME.

Cuando el “payasito” tomó la palabra les dijo:

- He pasado los últimos años de mi vida en esta facultad y he sido objeto de burlas y cargadas por parte de mis compañeros, que aunque tal vez ellos son muy inteligentes y pasaron sin problemas quiero ver cómo le va a las futuras generaciones de FIME. Porque todo lo que me hicieron a mí se le regresará a cada alumno que pase por ésta facultad.

Todos comenzaron a reírse de sus palabras, pues payasito además de ser un peculiar sujeto, hablaba muy chistoso y nada de lo que decía parecía tener sentido.

Nadie tomó en serio sus palabras y continuaron con la ceremonia, para después seguir con la peda para celebrar que fueron los primeros ingenieros graduados de FIME y como “payasito” no dio ningún discurso motivante y no se volvió a saber nada de él en los meses siguientes, decidieron no tomarlo en cuenta nunca más y escribir la historia de FIME con solo 7 sabios.

Pasaron los años y FIME ya estaba poblada por tantos alumnos, ninguno había dejado segundas, todo pasaban en primeras, incluso la administración de FIME debatió dejar el kardex con una sola columna, pues no había necesidad de capturar oportunidades que no fueran la primera, pero la UANL no los dejó, pues no querían que las demás facultades se vieran humilladas por FIME. Los maestros no eran barcos, todos muy estrictos, dejaban mucha tarea, llegaban temprano, se iban tarde, veían todos los temas del libro, nunca faltaban y dominaban completamente todos sus temas, por lo tanto todos los alumnos aprendían muy bien sus clases. FIME era conocida como “la casa de los sabios” pues se sabía que todos los que entraban ahí, entraban porque sobresalían sobre los simples mortales, es decir, los licenciados, y así fue por muchos años.

Todo pintaba de maravilla en nuestra gran facultad, hasta que un día se enfermó un maestro por comer en la cafetería y tuvo que ser hospitalizado de emergencia pues ya se encontraba en fase terminal. El maestro no pudo asistir más a clase y tuvieron que llamar al maestro sustituto, un ingeniero de aspecto chistoso, muy parecido a “payasito” pero no podía ser él, porque se veía muy joven y “payasito” ya debía tener por lo menos 40 años de edad. A pesar de tener un aspecto chistoso, su cara reflejaba odio y maldad y las reacciones de los alumnos al verlo eran de temor, pues se veía mucho más estricto que los maestros que ya habitaban FIME en ese entonces, pero fue todo lo contrario, el maestro sustituto resultó ser un barco enorme, todos los días al llegar al salón, en vez de dar clase se ponía a contar chistes, llegaba tarde, se iba temprano, a veces solo tomaba lista y se iba, otras veces ni siquiera iba, de vez en cuando al llegar al salón y ver el pizarrón lleno de fórmulas, algoritmos y ecuaciones, decía “si borran el pizarrón les doy un punto” y así era como calificaba, lo que a los alumnos les pareció muy divertido, pues sacaban 100 en la materia sin necesidad de esforzarse y sin abrir un solo libro.

El maestro sustituto pronto se hizo famoso en FIME, todos querían meter clase con él y los directivos al ver las buenas calificaciones que tenían sus alumnos, lo felicitaron y le asignaron más materias para impartir, los demás maestros al darse cuenta de sus logros, comenzaron a actuar igual y así empezó el caos, pues muy tarde se dieron cuenta que al meter clase con ese tipo de maestros no aprenderían nada y batallarían en sus siguientes materias.

Un día FIME entró en shock, pues contó en sus registros más del 50% de alumnos reprobados y las cifras iban aumentando cada vez más. Pero el verdadero pánico llegó después, cuando en cierta temporada de exámenes, venía en cada hoja de examen una pregunta extra que decía “¿Vas a querer camachito o helicóptero?”, los alumnos al no entender dicha pregunta, pronto cuestionaron a sus respectivos maestros, pero nadie supo la razón de porque aparecía esa pregunta, así que la duda llegó hasta los más altos directivos de FIME, pero nadie sabía el por qué, entonces decidieron preguntar a las personas que llevaran más tiempo en la facultad, pero no había nadie tan viejo como para saberlo, hasta que dieron con la mamá de doña burros, pues su abuela vendía burritos a las primeras generaciones de FIME, pero nadie espero su reacción al ver la pregunta extra del examen, su cara se puso pálida, varios burritos cayeron al suelo y solo pudo decir “ha vuelto, ¡payasito ha vuelto!”, pero al ver que nadie entendía lo que decía, gritó con una voz llena de terror “¡Los va a cargar el payaso!” y salió corriendo despavorida de FIME, pero aun así nadie entendió la razón de su reacción. Lo que si entendían es que cada vez había más alumnos reprobados, no había manera de resolver el problema y las palabras de la mamá de doña burros se empezaron a esparcir por todo FIME, era común en los alumnos de la facultad antes de cada examen decirse entre ellos “te va a cargar el payaso” a manera de burla. Hasta que un día un alumno de apellido Montante, harto de reprobar siempre, decidió preguntar “¿Y quién es ese payaso?” su intriga le llegó hasta el fondo y comenzó a buscar la causa del por qué había tantos reprobados en FIME, fue cuando sus dotes naturales de ingeniero lo llevaron a concluir, mediante un método que el inventó, que la causa de todo fue el maestro sustituto, entonces reunió un grupo de alumnos para ir a buscarlo y sacarlo para siempre de FIME, pero al ir a la sala de maestros su cubículo estaba completamente vacío, no parecía haber rastro de su existencia y nunca más se le volvió a ver por FIME. Pero el daño ya estaba hecho, ahora FIME era habitado en su mayoría por maestros barcos y alumnos holgazanes que siempre buscaban pasar de forma fácil y lo único que se sabía era que el payaso estaba detrás de todo eso.

Entonces Montante intento cambiar todo y se hizo maestro de FIME, se decía que era el maestro más estricto pero el que mejor explicaba las materias y eso obviamente no le gustó al payaso y su objetivo fue convertir a Montante en un barco más, para lograrlo cargó a un alumno que había reprobado con Montante y lo lanzó del tercer piso del edificio 3, para que pareciera un suicidio, Montante al enterarse del supuesto suicidio, no pudo seguir siendo estricto y se rindió ante el payaso, como muchos maestros de FIME.

Así pasaron muchos años, FIME se encontraba bajo el gobierno del payaso, hasta que un día, gracias al comentario “El payaso ya anda haciendo fierro para cargarlos a todos” de la Ing. Paty Rdz. fue como los alumnos se dieron cuenta de la ubicación del payaso, el único lugar donde se podía hacer fierro en FIME era el gimnasio, así que se reunió una multitud de alumnos para linchar al payaso, se dirigieron al gimnasio, pero antes pasaron con doña burros (la actual) para comer burritos y llenarse de energía y poder combatir frente a frente al payaso. Al entrar al gimnasio de inmediato se sentía el aroma a chorizo, la Ing. Paty Rdz no se pudo equivocar, esa era la verdadera ubicación del payaso, pero los sorprendidos fueron los alumnos, el payaso los tomó de imprevisto y a cada uno los cargo de helicóptero hasta que se marearon y vomitaron sobre sí mismos, pero la persistencia de esos fimeños era de admirarse pues lograron ponerse de pie de nuevo y se dieron cuenta que la única forma de vencer al payaso era destruyendo el gimnasio, así que cada uno sacó un cigarro y lo encendió, y entre todos empezaron a quemar el gimnasio esperando que el payaso se quemara también.

El gimnasio quemado fue noticia por todo el campus de la UANL, pero solo pocos conocían la verdadera causa. En FIME la noticia no se hizo esperar, aquellos fimeños habían vencido al payaso, al fin todo regresaría a la normalidad y no habría más reprobados, o al menos eso creyeron, pues ahora hay un gimnasio mucho más grande llamado polideportivo, la tasa de reprobados va en aumento, los maestros barcos son demasiados y con la llegada del plan de estudios 401, más los cobros excesivos en FIME, todo parece ser obra del payaso.

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